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Es común que haya empresas que no siempre hacen públicas todas sus vacantes, quizás por falta de tiempo, olvido del área de reclutamiento o porque están buscando candidatos dentro de la misma empresa o red de contactos, antes de atraer a postulantes desconocidos.
Es aquí donde surgen las solicitudes laborales por iniciativa propia, que es un tipo de documento que tiene sus pros, contras y claves para una redacción exitosa.
Si esto es lo que quieres crear, te contamos todo sobre la solicitud por iniciativa propia. ✔
¿Qué significa solicitud por iniciativa propia?
Es un tipo de documento laboral que se envía a las empresas para presentarse profesionalmente sin responder a una oferta de empleo en particular, por esto recibe la denominación de «iniciativa propia», porque es una solicitud laboral que envías porque quieres, ya que la empresa no ha publicado una vacante para tu perfil profesional.
En algunos países es conocida también como «solicitud de autocandidatura», que es lo mismo, solo que el nombre del documento varía dependiendo de la cultura de cada país; aun así, se mantiene el objetivo y la estructura estándar en ambos documentos.
Ventajas y desventajas de una autocandidatura
Una candidatura por iniciativa propia es una gran oportunidad para conseguir el trabajo de tus sueños en la empresa de tus sueños; sin embargo, también es una decisión arriesgada. De cualquier manera, no deja de ser una posibilidad válida en el mercado laboral.
Antes de que envíes tu autocandidatura, vale la pena que conozcas sus pros y contras 👇:
¿Cuáles son las ventajas de la autocandidatura?
- Puedes acceder a ofertas de trabajo ocultas, evitando la competencia.
- Puedes anticiparte a las necesidades del puesto de trabajo.
- Puedes prepararte con más tiempo para la entrevista laboral.
- Transmites motivación y entusiasmo, valorado por muchas empresas.
- Facilitas que la empresa tenga tu información en su base de datos.
- Puedes ser considerado también para vacantes relacionadas con tu perfil.
¿Cuáles son las desventajas de la autocandidatura?
- Existe la posibilidad de que la empresa no la lea o la rechace.
- Tu información puede quedar desactualizada con el paso del tiempo.
- La empresa puede perder tu información al actualizar su base de datos.
- El tiempo de contacto puede ser muy largo, porque no hay una oferta publicada.
- Desconoces la reacción de la empresa con relación a este tipo de documentos.
Lo más importante es que tengas en cuenta que una solicitud de candidatura espontánea no es una garantía de nada; quizás la empresa vea tu documentación y la considere, pero tal vez no la vea o no la quiera considerar, ni siquiera están obligadas a darte una respuesta.
Pese a esto, es una posibilidad vigente al acceso de todos, que no está de más agotar si estás buscando un empleo en concreto o se te ha dificultado acceder al mercado laboral.
Quién puede enviar una solicitud de trabajo espontánea
Realmente, cualquier profesional puede enviar una autocandidatura a una empresa en particular, no distingue entre perfiles, profesiones, oficios, experiencia laboral, etc.
No obstante, debes tomar en cuenta tus necesidades profesionales actuales, qué esperas conseguir con la solicitud, en cuánto tiempo quisieras estar trabajando… En fin, sincerarte contigo mismo para saber si este es el tipo de solicitud de empleo que más te conviene.
Por ejemplo, puedes emplear esta modalidad de candidatura si 👇:
- Quieres trabajar en una empresa en particular.
- No tienes experiencia laboral (o muy poca).
- Estás reactivándote nuevamente en el mercado después de un par de años.
- Eres un profesional osado con mucha paciencia y tiempo para esperar.
Esto último suena gracioso, pero es la verdad.
Si vas a enviar una solicitud de candidatura espontánea debes considerar que la espera puede ser corta o larga, así que la paciencia debe convertirse en tu mejor amiga.
Ojo, la idea no es enviar una solicitud tras otra en el afán de que la empresa te responda, como forma de ejercer presión. Esto puede ser muy contraproducente para tu perfil, al punto de ser ‘vetado’ por la empresa, cerrándote las puertas definitivamente.
¿Qué poner en una autocandidatura? La estructura ideal
Ahora, entrando más en materia sobre la forma que debería seguir esta carta, el estilo general suele ser muy similar al de una solicitud tradicional, con la diferencia que no estás aplicando a una vacante concreta, sino que estás ofreciendo tus servicios profesionales.
Entonces, tu solicitud de autocandidatura debería contener 👇:
- Encabezado (con tu información personal básica y de contacto).
- Saludo breve y cortés.
- Introducción con el motivo de la solicitud.
- Presentación cordial, persuasiva y profesional sobre tu perfil.
- Breve narración de tu experiencia.
- Breve mención de tus habilidades.
- Breve mención de tu interés por la empresa.
- Llamado a la acción.
- Despedida.
De nuevo, la principal diferencia con una solicitud para una vacante concreta es que esta última es más personalizada, porque incluye los datos del reclutador y se centra en un anuncio de empleo para destacar lo mejor del perfil para responder al puesto de trabajo.
Por lo demás, debe incluir los mismos datos que una solicitud de empleo estándar.
Consejos extras para crear una solicitud por iniciativa propia
Para cerrar, unos consejos extras 👇:
- Transmite tu valor diferenciador.
- Menciona experiencias y habilidades concretas.
- Incluye logros/resultados medibles (si es posible).
- Mantén una extensión entre 200 a 250 palabras.
- Elige un diseño apropiado para tu perfil.
- Acompaña tu solicitud con un buen curriculum vitae.
En conclusión…
Usar una solicitud de candidatura espontánea es un riesgo y una oportunidad para ofrecer tus servicios profesionales a la empresa que tanto te interesa. Si lo haces bien, tu perfil podría ser considerado; eso sí, ten mucha paciencia, porque esto podría ser inmediato o demorar. ✔