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Cuando se plantea la posibilidad de que ocurra un cambio de empresa, la incertidumbre se apodera de los trabajadores, siendo completamente normal al no saber qué sucederá, sobre todo si no han sido informados previamente sobre este importante hecho que, si bien a veces no suele generar el despido de los empleados actuales, sí puede ocasionar cambios sustanciales.
Entonces…
¿Qué debe saber un trabajador sobre el cambio de empresa en el mismo trabajo? En esta superguía te explicamos los puntos más importantes sobre este tema. ✔
¿En qué consiste el cambio de empresa?
El cambio de titularidad de empresa, mejor conocido como sucesión empresarial o subrogación empresarial, por su nombre técnico, hace referencia al cambio de dueños de una compañía que, aunque es una situación común, genera inseguridad en los empleados.
Y es que, si bien la transferencia de una empresa a otra, bien sea por fusión, compra o cualquier otra razón, que da lugar a la subrogación empresarial, es totalmente legal, no podemos negar el hecho de que tiene un impacto significativo en los empleados, así que es lógico que se sientan perdidos.
Aun así, es importante dejar claro que el Estatuto de los Trabajadores y la Ley General de la Seguridad Social contempla este concepto, estableciendo claramente la situación de los trabajadores; es decir, cuáles son sus derechos durante este proceso empresarial.
Cuándo ocurre un cambio de titularidad de empresa
La sucesión empresarial ocurre cuando cambian los dueños actuales de una compañía, generalmente, de manera que continúa con la actividad económica, solo que entra en efecto un cambio de titularidad, cuyas razones comunes son compra, fusión o absorción, principalmente.
En este contexto, para una definición mucho más legal, el Estatuto de los Trabajadores define la subrogación empresarial como el cambio de titularidad de una compañía, centro de trabajo o unidad productiva autónoma, cuando este hecho afecta a una entidad económica que conserva su identidad para mantener activas sus operaciones, pese a los cambios venideros.
Qué pasa con los trabajadores en un cambio de empresa
Ahora bien, ¿qué pasa con los empleados durante una sucesión empresarial?
Para esto, veamos lo que dice el artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores, que es el que regula y establece los derechos y las obligaciones de los empleados en este caso 👇:
Lo anterior quiere decir que, salvo que oficialmente se convenga lo contrario, los convenios colectivos seguirán vigentes hasta que se pacten nuevos convenios o los existentes expiren.
Esto es porque la relación laboral actual entre empresario y trabajador continúa, pues así como se traspasa la empresa a otros dueños (o se incluyen más al acta constitutiva), también se subrogan los derechos y las obligaciones laborales, tal como lo establece la ley.
Así que, independientemente del motivo, la realidad es que el empleado no puede perder sus derechos por el simple hecho de que ocurra un cambio de empleador, esto contempla desde la antigüedad hasta los salarios, así como otros derechos contractuales.
Recordemos que para el cálculo de la indemnización por despido se considera la antigüedad del empleado, algo que no se altera con el cambio de titularidad de empresa.
Despido de empleados en el cambio de empresa: ¿es legal?
No, si la razón es únicamente el cambio de titularidad.
Como lo hemos explicado, el nuevo dueño de la empresa debe asumir y mantener los convenios laborales, respetando los derechos de los trabajadores, porque así lo establece la normativa que regula todo este tema, que repetimos que es completamente legal.
Ahora bien, esto no justifica el despido de un trabajador, es una situación que se considera improcedente, no es legal, la ley protege al empleado, en este caso.
Lo que sí es legal es modificar los convenios laborales, pero tal como lo hubiese modificado la empresa saliente; es decir, el nuevo titular puede cambiar el turno, la jornada de trabajo y el salario del trabajador, por ejemplo, siempre que haya una razón objetiva que respalde tales cambios, como causas económicas, técnicas, organizativas, de producción, etc.
De querer realizarse alguna modificación en el convenio laboral de los empleados, esta deberá regirse por lo mencionado en el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, que establece todo lo correspondiente a la modificación de las condiciones de trabajo en este escenario u otro.
En cualquier caso, se tendrán que respetar los derechos mínimos establecidos previamente en el convenio colectivo existente hasta la fecha. Dicho en otras palabras, la modificación de las condiciones de trabajo no puede vulnerar los derechos mínimos que establece la ley o que están convenidos en el acuerdo laboral de cada trabajado, va contra la normativa e implica sanciones.
¿Qué sucede con las modificaciones sustanciales 'injustas'?
No estás obligado a consentir ninguna modificación de tu contrato; pero ten en cuenta que algunas sí son consideradas legales y justas, siempre que estén respaldadas con una causa objetiva. En el caso de que consideres que esa modificación es excesiva e injusta, puedes rechazarla.
Y es que, como no podía ser de otra manera, la ley te ampara en este caso; por lo tanto, tienes hasta 20 días hábiles para objetar la medida ante los tribunales; de hecho, también podrías solicitar la extinción de la relación laboral, que implica el derecho a recibir una indemnización de 20 días por año trabajado, así como la prestación por desempleo (si aplica en tu caso), dada las circunstancias.
Eso sí...
Es importante que tengas presente que la extinción del convenio laboral no es automática, tampoco se produce por cualquier modificación que consideres sustancial; sino que tendrás que demostrar un perjuicio por la modificación realizada a las condiciones laborales de tu convenio de trabajo existente para que esta realmente proceda legalmente, en función de las normativas.
Nuestra recomendación es que, ante cualquier cambio sustancial, converses con tu nuevo empleador y le plantees tu descontento para tratar de mediar la situación sin recurrir a instancias legales. Si no consigues una solución favorable, lo mejor es que expongas tu caso en los tribunales, siempre teniendo en cuenta que tienes un plazo máximo para llevar el caso hasta tales instancias.
Transición laboral: cambio de empresa en el mismo puesto
El cambio de titularidad de empresa también podría implicar modificaciones sustanciales relacionadas con el traslado de trabajadores a otra sede física de la misma empresa, ocasionando o no el cambio de residencia, dependiendo del tipo de traslado. Es un hecho completamente válido.
Existen dos tipos de traslados, digamos, en función de si el trabajador requiere o no cambiar su residencia permanente o temporalmente.
Por un lado, se le llama movilidad geográfica cuando, precisamente, el empleado debe cambiar de residencia, que es un concepto recogido y regulado por la ley. Y, por otro lado, si no es necesario que cambie su residencia, no se considera movilidad geográfica y no hay mayores implicaciones legales.
En ambos casos, ten en cuenta que sí es válido que un empleador solicite tu traspaso, siempre que se justifique con causas objetivas, como lo venimos mencionando hasta ahora. Eso sí, que no se te olvide, tus condiciones laborales mínimas no pueden verse afectadas.
En el mejor de los casos, lo más apropiado es contar con el consentimiento previo del trabajador para que el cambio de empresa sea más rápido y ligero; sin embargo, no siempre sucede.
¿Qué pasa si me niego a un cambio de lugar de trabajo?
De nuevo, estás en todo tu derecho de rechazar las modificaciones sustanciales de tu contrato, en este caso, oponerte al traslado poniendo fin a la relación de trabajo, bajo condiciones especiales, como una indemnización de 20 días de salario por cada año trabajado, máximo 12 mensualidades.
A su vez, como lo mencionamos anteriormente, si cuentas con las cotizaciones suficientes, también recibirás la prestación por desempleo que te corresponde. Todo esto siempre que solicites la extinción de la relación de trabajo en el plazo adecuado (hasta 20 días hábiles), porque esta se considera una modificación sustancial de las condiciones laborales convenidas inicialmente.
Ten en cuenta que si no procedes legalmente para rechazar el traslado durante el plazo correspondiente, no podrás abandonar tu puesto; sino que se considerará una baja voluntaria.
Antes de tomar cualquier decisión o proceder legalmente, conversa con tu empleador, plantéale tu situación, si es que no quieres o no puedes trasladarte hasta la nueva ubicación de la compañía. Si no es posible encontrar una solución favorable para ambas partes, procede legalmente para hacer efectiva la terminación de la relación contractual.
En conclusión…
El cambio de empresa, conservando el mismo puesto de trabajo, es mucho más común de lo que pudieses pensar; sin embargo, es normal que genere incertidumbre al no saber qué ocurrirá.
Por fortuna, la ley garantiza la protección de tus derechos ante una subrogación empresarial, así que solo debes mantenerte al tanto de las posibles modificaciones que pueda plantearte tu nuevo empleador. Si tus condiciones laborales se han visto vulneradas o quieren despedirte sin razón justa, convérsalo con un abogado y acude a los tribunales, si es necesario. ✔