Crea tu currículum en 15 minutos
Nuestra colección de plantillas de CV diseñadas por expertos te ayudará a destacar entre la multitud y acercarte un paso más al trabajo de tus sueños.

Ahora bien, no se trata de poner “ir al gimnasio” y ya. La clave está en cómo lo presentas y si realmente suma valor para el tipo de empleo que estás buscando. Vamos a ver cómo sacarle el jugo a este hobby en tu CV sin sonar genérico ni caer en lo típico.
¿Realmente vale la pena incluir el gimnasio como hobby en el CV?
La respuesta rápida: sí. Pero con matices.
Cuando tu rutina de entrenamiento tiene relación con las habilidades laborales que el puesto requiere, como puede ser en trabajos de ventas, salud, deportes, logística o donde la resistencia física sea un plus, entonces incluir este hobby puede marcar una diferencia real.
Ahora bien, si simplemente entrenas porque te gusta y no hay una conexión directa con el rol, también puedes mencionarlo, pero sin quitarle protagonismo a otras partes más relevantes de tu perfil profesional. En ese caso, una breve mención es suficiente.
Cómo incluir el gimnasio como hobby en el currículum y que juegue a tu favor
Te damos algunas claves para que tu afición por entrenar no pase desapercibida y, más bien, se convierta en un punto a tu favor:
Sé específico: nada de “gimnasio” a secas
Decir solo “ir al gimnasio” suena demasiado vago. No dice nada concreto. En cambio, si aclaras qué tipo de entrenamiento haces, ya estás dando más información sobre tus pasatiempos e intereses y habilidades. Por ejemplo:
Esto ya pinta un perfil mucho más interesante, ¿no crees?
Muestra las habilidades que desarrollaste
No es solo lo físico. Entrenar regularmente también te puede haber ayudado a desarrollar habilidades blandas como la concentración, la organización, el manejo del estrés o la gestión del tiempo. Así que piensa: ¿qué aprendí de verdad entrenando?
Haz una lista honesta y usa esas habilidades para reforzar distintas partes de tu currículum.
Elige bien dónde colocarlo en tu CV
No hay una única forma correcta de hacerlo. Depende del enfoque que le quieras dar y del tipo de trabajo al que apuntas:
En la sección de hobbies o intereses personales
Es la opción más simple. Ideal si el gimnasio es solo un pasatiempo sin vínculo directo con el puesto. Eso sí, trata de no escribir simplemente “gimnasio”. Es mejor algo como:
Como habilidad relacionada si el empleo lo valora
Cuando el puesto requiere compromiso, resistencia o disciplina, incluir tu entrenamiento regular como respaldo de esas habilidades puede sumar mucho. Lo puedes mostrar así:
En una lista de habilidades
O en formato de descripción

En el resumen profesional si es clave para el rol
Si estás aplicando a un trabajo donde se valora activamente la condición física, entonces no lo escondas: ponlo de entrada en tu resumen profesional: Por ejemplo:
Entre tus logros personales
¿Corriste una maratón? ¿Lograste una meta física importante? Puedes contarlo como una muestra concreta de tu esfuerzo y constancia:
¿Y en la carta de presentación? También se puede
Sí, sin duda. Si tu rutina de entrenamiento aporta valor al empleo, este puede ser un buen recurso para hacer tu carta de presentación más auténtica y cercana.
Habla de forma breve y directa sobre cómo ese hobby te ha ayudado a desarrollar habilidades transferibles. Por ejemplo:
Conclusión: es mucho más que un hobby
Incluir el gimnasio como parte de tu perfil no se trata solo de contar que te gusta entrenar. Es una forma estratégica de mostrarle al reclutador que eres una persona comprometida, disciplinada y enfocada en crecer, tanto física como profesionalmente.
Y si lo sabes contar bien, puede ser ese pequeño detalle que te diferencie del resto.