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Si no quieres cometer errores al escribir este dato, evalúa bien si incluir la lectura como hobby en tu CV es una buena opción para ti. Aquí se explica cómo suele interpretarse esta información en un proceso de selección y en qué casos juega a tu favor.
Puntos claves:
- Agregar la lectura a tu CV puede sumar cuando el puesto requiere habilidades como análisis, redacción o pensamiento crítico.
- También tiene sentido incluir hobbies si estás empezando tu carrera o si la empresa valora un equilibrio entre la vida personal y profesional.
- En caso de añadir pasatiempos en el currículum, basta con crear una pequeña sección al final del CV y listar tus intereses de manera clara.
¿Cuándo tiene sentido incluir la lectura como hobby en el currículum?
Los hobbies solo tienen sentido si aportan algo a tu perfil. Por ejemplo, si buscas un rol creativo, decir que lees relatos cortos para inspirarte puede ser un plus. En cambio, en un puesto financiero conviene priorizar tu formación y experiencia técnica.
También recomendamos destacar la lectura en currículums de candidatos con carreras profesionales cortas. En estos casos, los reclutadores suelen prestar más atención a elementos personales que les den pistas del potencial de los solicitantes.
¿Cuándo es mejor omitir este pasatiempo?
Descarta esta información si la quieres agregar solo para rellenar el currículum. En este caso, no aporta nada concreto y puede hacer que tu CV pierda fuerza. Esta afición también resulta poco útil en sectores muy físicos en los que la lectura no aporta ninguna conexión con las habilidades requeridas. En ellos se incluyen la logística, la construcción y el mantenimiento técnico.
Otro punto a considerar es la saturación del currículum. Si el documento contiene experiencia, formación y logros, forzar una sección de pasatiempos quita espacio a lo realmente importante. Si la afición no tiene relación con el puesto o no puedes desarrollarla coherentemente, lo más práctico es no incluirla.
Cómo mencionar la lectura en tu CV
Si tus intereses personales o pasatiempos son relevantes para el puesto, puedes incluir una sección exclusiva para ellos. Ubícala al final del currículum, bajo un título sencillo como «Hobbies» o «Aficiones».
Las aficiones se añaden en una lista de viñetas. El objetivo no es solo listar las actividades que te gustan, sino dar un matiz que complemente tu imagen profesional. En el caso de la lectura, es suficiente con escribir una línea que refleje este hábito de forma auténtica.
Al incluir la lectura en el currículum se evitan frases genéricas. Si solo pones «Me gusta leer» o «La lectura es uno de mis hobbies», el reclutador no entenderá nada sobre ti. Casi todo el mundo puede escribir eso. En cambio, vale más contar qué tipo de lecturas disfrutas y mostrar cómo se conectan con tu carrera.
Importancia de ser específico y conectar la lectura con la vacante
Mencionar qué géneros sueles leer o qué temas te interesan ayuda a dar una imagen más nítida de tu perfil, especialmente si encajan con el puesto. Por ejemplo, un perfil orientado a negocios se enriquece con la lectura de libros sobre estrategia empresarial, comportamiento organizacional y liderazgo.
Ser específico es lo que realmente marca la diferencia. Mencionar géneros o temas concretos te hace más memorable, siempre que no entres en lecturas demasiado polémicas o difíciles de encajar en una entrevista. Considerando lo dicho sobre la manera apropiada de incluir la lectura en tu currículum, un ejemplo correcto de cómo hacerlo es:
Roles en los que la lectura puede sumar puntos a tu candidatura
La lectura no siempre tiene el mismo peso en un currículum. En algunos sectores pasa inadvertida, pero en otros puede reforzar tu perfil de manera evidente. Suele valorarse más en puestos donde se espera pensamiento crítico, capacidad de análisis, creatividad o actualización constante. En campos relacionados con la escritura y la comunicación —como el periodismo, la redacción o la creación de contenidos—, mencionar este hábito transmite sensibilidad por el lenguaje y apertura a nuevas ideas.
En marketing y desarrollo de negocios también resulta útil. Lecturas sobre innovación, liderazgo o economía digital demuestran que mantienes la curiosidad activa en temas estratégicos. Citar biografías de referentes empresariales o ensayos de economía conductual refuerza la imagen de alguien que conecta teoría con práctica.
En la educación y el coaching, la lectura remite al aprendizaje continuo y a la comprensión del desarrollo humano. Aquí suelen destacar los libros de pedagogía, inteligencia emocional o neurociencia aplicada al aprendizaje. Por último, en ciencias sociales e investigación, este pasatiempo cobra fuerza al revelar interés por teorías, enfoques críticos o dinámicas sociales complejas. Referir lecturas de filosofía contemporánea o textos de teoría crítica aporta un matiz de rigor académico y amplitud de perspectiva.

Alternativas para reflejar curiosidad o pensamiento crítico sin usar hobbies
Si prefieres no poner hobbies, aún puedes reflejar tu curiosidad en otras partes del CV. Por ejemplo, al describir un logro laboral: «Propuse mejoras basadas en análisis de tendencias» o «Lideré una investigación para optimizar procesos». También puedes incluir frases en tu perfil profesional que reflejen interés por aprender o explorar nuevos enfoques.
La sección de formación o información adicional permite reflejar la misma mentalidad que con la lectura. Las certificaciones no obligatorias o los cursos enfocados en áreas relacionadas con el trabajo o la empresa evidencian interés en ampliar perspectivas.