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La carta de motivación para un máster es, probablemente, el factor que más influencia tiene en la aceptación de nuestra candidatura. Es el documento que el evaluador leerá en primer lugar, antes que el curriculum vitae , por lo que una carta de motivación deficiente puede suponer que nuestra candidatura sea rechazada a la primera de cambio.
Así que vamos a ver cuáles son los pasos a seguir para elaborar convenientemente esta carta, y asegurarnos de que el evaluador tenga una óptima primera impresión acerca de nuestra candidatura.
¿Qué es una carta de motivación para un máster y por qué es necesaria?
En realidad, la carta de motivación es una de las pruebas que debe superar cualquier aspirante a cursar un máster en una Universidad. La carta de motivación no es un simple formalismo administrativo, sino que es un obstáculo más del procedimiento de admisión, y debe ser superado satisfactoriamente por el candidato.
Su dificultad estriba en que, en muy pocas líneas, tenemos que conseguir que el evaluador perciba que estamos verdaderamente motivados para realizar ese máster en concreto, y considere que estamos capacitados para superar el alto nivel de exigencia académica de este tipo de cursos. Si el evaluador cree que nos falta una de estas dos cosas, nuestra solicitud será desestimada.
Y haremos el desarrollo siguiendo las pautas ya indicadas: claridad, precisión y brevedad. Este apartado debe tener más extensión que los otros, ya que es la parte fundamental de la carta, pero no caigamos en el error de escribir un pequeño Quijote.
A modo de ejemplo:
De nuevo, pondremos punto y aparte, para terminar nuestra carta de motivación con la redacción del desenlace.
Desenlace y palabras finales
Si nuestro evaluador ha llegado hasta aquí, sería una pena que echásemos el trabajo por la borda debido a un error en el desenlace. Por lo tanto, tendremos especial cuidado al finalizar y despedirnos.
Solicitaremos, educadamente, que tengan en cuenta nuestra petición de ingreso, y nos despediremos con sobriedad, indicando que nos ponemos a disposición del evaluador.
Un texto adecuado podría parecerse a este:
Me pongo a su disposición para aclarar cualquier duda, o mantener una entrevista personal. A la espera de sus noticias, reciba un cordial saludo".
Ya solo quedaría firmar la carta. Y aquí también hay que tener muchísimo cuidado. Veamos por qué:
Datación y firma de puño y letra
Finalizada la carta, tras un punto y aparte, dataremos la carta de motivación. Es decir, indicaremos dónde y cuándo ha sido firmada.
Ejemplo: "En Madrid, a 15 de marzo de 2021".
La datación es imprescindible , y su ausencia es un indicador evidente de descuido o de falta de preparación, más imperdonable aún que una falta ortográfica.A continuación, firmaremos la carta de nuestro puño y letra . Y bajo la firma, en caracteres tipográficos, haremos figurar nuestro nombre y apellidos. La omisión del nombre y apellidos en forma tipográfica también es una falta imperdonable.
Aunque la carta de motivación para el máster sea enviada en formato electrónico, es necesario insertar la rúbrica manuscrita. Da muy buena imagen, ya que indica que nos hemos tomado la molestia de digitalizarla para que el evaluador pueda verla. Podemos escanear nuestra firma en papel y después vectorizarla, o digitalizarla directamente firmando en un panel de dibujo digital.
Razones que me han llevado a interesarme en el máster
En el caso de que nos resulte difícil expresar verbalmente cuál es nuestra motivación, una buena idea es examinar el siguiente listado. Se trata de razones esgrimidas con éxito por otros candidatos, y es muy probable que entre ellas se encuentren las nuestras:
- Por convicciones personales, religiosas e incluso ideológicas.
- Para continuar o mejorar una tradición laboral familiar.
- Formación necesaria para fundar una empresa propia.
- Capacitación para trabajar en una empresa concreta.
- Capacitación para acceder a un puesto de trabajo muy definido.
- Especialización en una área de conocimiento determinada.
- Presentarse a unas oposiciones específicas.
- Intención de ser docente en esa misma Universidad.
- Complementar otro máster anterior.
- Siempre he querido estudiar en esa Universidad, pero no tenía medios.
Las tres reglas de oro de la carta de motivación
Pongamos en práctica todo lo aprendido, y, a modo de ejercicio, resumamos al máximo el procedimiento detallado en este artículo.
La carta de presentación para un máster será efectiva, siempre que sigamos estas tres reglas:
- Redactar una carta impecable, cuidando el esquema, el contenido, la sintaxis y la ortografía.
- Ser precisos, ordenados y breves. No más de un folio.
- Examinar nuestro interior para descubrir las motivaciones reales, y resumirlas de forma clara y contundente.
Estas reglas harán prácticamente imposible que fracasemos en nuestro propósito de superar la primera criba, y el objetivo de realizar el máster estará al alcance de nuestra mano.
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