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Si quieres tener un perfil como el descrito en el párrafo anterior, mantente al día con las habilidades críticas para un auditor de calidad que son más valoradas. Aquí te hablaremos de 5 que son técnicas y 5 blandas, estas te ayudan a fortalecer tu perfil profesional y contribuir de manera significativa en cualquier empresa.
Puntos claves:
- Las principales habilidades técnicas que debes desarrollar para ser un auditor son: conocimientos en auditorías internas y externas, conocimiento profundo en principios y requisitos de los sistemas de gestión y capacidad para aplicar diversas técnicas de auditorías.
- En las ofertas de empleo actuales también se puede ver que las empresas valoran a los auditores que dominan herramientas de análisis de calidad, software de auditoría y herramientas tecnológicas.
- En cuanto a las competencias blandas, las que más complementan tu experiencia y formación son: atención al detalle, habilidades comunicativas, pensamiento crítico, imparcialidad y confidencialidad.
5 habilidades duras ideales para un auditor
Las principales habilidades críticas para un auditor de calidad son las duras o técnicas. Estas competencias incluyen la comprensión de marcos normativos, herramientas tecnológicas y metodologías específicas de tu campo laboral. Cuando las dominas eres capaz de utilizarlas para hacer auditorías más completas, objetivas y que cumplan con las expectativas de las empresas.
En los siguientes subtítulos profundizamos en las habilidades técnicas que todo auditor debe tener:
1. Conocimiento en auditorías internas y externas
Para realizar cada tipo de auditoría mencionada en el subtítulo, es necesario tener la capacidad de planificar el procedimiento y ejecutarlo. Un auditor de calidad no tiene conocimiento general de la auditoría, sino que conoce a profundidad los distintos enfoques, objetivos y metodologías y criterios normativos que se incluyen tanto en una auditoría interna como en una externa.

Cuando dominas esta habilidad técnica, aseguras el cumplimiento normativo al realizar cada clase de autoría y fortaleces la confianza que te tiene la organización en la que la lleves a cabo. Es importante que destaquemos que en la capacidad de hacer auditorías se incluye la documentación apropiada de hallazgos, elaboración de informes y coordinación de acciones.
2. Conocimiento profundo en principios y requisitos de los sistemas de gestión
Una de las normas internacionales que es importante que conozcas bien es la ISO 19011, en ella se establecen las directrices a cumplir al realizar auditorías. En ellas están incluidos los conocimientos y habilidades genéricas de sistemas de gestión. Estos, a su vez, están compuestos por varios aspectos que debes conocer, algunos de ellos son los principios, procesos y métodos para auditar.
En la ISO 19011 también se establece la necesidad de que entre tus competencias estén incluidos los conocimientos en normas de sistemas de gestión -como ISO 9001 e ISO 27001-, la organización y su contexto. Por último, tienes que conocer los requisitos legales y reglamentarios aplicables en la realización de las auditorías. Cuando tienes este conocimiento base, ofreces diagnósticos certeros y das recomendaciones útiles.
3. Capacidad para aplicar diversas técnicas de auditorías
Para obtener la información adecuada en cada auditoría, es necesario saber aplicar varios métodos y, además, saber cuándo y cómo usar cada uno. Las técnicas que tienen mayor importancia y uso para un auditor interno y externo son las entrevistas, observaciones directas, verificaciones cruzadas, análisis de causas raíz y revisión documental.
Cuando aplicas correctamente técnicas como las que mencionamos antes, recopilas evidencia válida y fiable. De esa manera, aumentas la credibilidad de tu informe de auditoría y ayudas a detectar desviaciones y riesgos, y validas la eficiencia de los procesos que se llevan a cabo en la empresa. Si aprendes a manejar distintas técnicas, demostrarás estar preparado para ajustarte a numerosas situaciones de auditorías.

4. Dominio de herramientas de análisis de calidad
Además de las técnicas de auditoría, existen herramientas que pueden ser utilizadas para hacer análisis y controles de calidad. Entre ellas se encuentran las listas de verificación, hojas de control, diagramas causa-efecto, los de flujo y los de Pareto, y otras técnicas de análisis visual y estadístico.
La importancia de desarrollar la habilidad de dominio de herramientas de análisis de calidad radica en que estas permiten interpretar datos, visualizar patrones y presentar resultados fáciles de comprender. Además, el uso de las técnicas que especificamos facilita la toma de decisiones y contribuye a la mejora continua de la organización.
5. Dominio de software de auditoría y herramientas tecnológicas
La última habilidad dura de la que te hablamos y que todo auditor debe tener es el uso de software especializado. Este es de mucha ayuda, pues facilita procesos como la planificación de cada auditoría, gestión de hallazgos, generación de informes y el seguimiento de las acciones correctivas.
Además de los softwares específicos, hay otras herramientas que te resultan útiles como auditor, por ejemplo, Excel, Microsoft Teams, Trello y Asana. Independientemente de si son herramientas especializadas o generales, si escoges bien cuáles usas al desempeñarte profesionalmente, te ayudan a optimizar tu trabajo, facilitar la comunicación y reducir los errores.
5 habilidades blandas ideales para un auditor
Además de dominar conocimientos técnicos, como auditor, requieres habilidades blandas. Estas son fundamentales para interactuar con diversas personas, analizar situaciones objetivamente y tomar decisiones éticas. También son claves para detectar desviaciones, fomentar la mejora continua y garantizar que los procesos cumplan con los estándares establecidos.
A continuación, describimos las habilidades blandas más valoradas para tu perfil profesional:
1. Atención al detalle
La atención al detalle es fundamental en tu trabajo ya que debes identificar errores, inconsistencias o desviaciones que podrían pasar desapercibidas. Esta habilidad implica revisar minuciosamente documentos, procesos y registros sin omitir ningún dato relevante.
Cuando eres un auditor detallista, eres capaz de detectar pequeñas fallas que podrían comprometer el cumplimiento de normas o afectar la satisfacción del cliente. Además, un enfoque meticuloso permite verificar que cada paso de un procedimiento se ejecute correctamente.

2. Habilidades comunicativas
Como auditor, necesitas tener habilidades comunicativas sólidas para expresar tus ideas de forma clara y profesional, y escuchar. La importancia de estas cualidades es elevada porque en tu profesión te ves en la obligación de interactuar con distintos departamentos, hacer entrevistas, comunicar hallazgos y redactar informes.
También es necesario que poseas la capacidad de adaptar el lenguaje técnico a públicos diversos para que los resultados de tu auditoría se comprendan bien. Una buena comunicación contribuye a fomentar relaciones de colaboración con los auditados lo que facilita la implementación de mejoras y el seguimiento de las medidas correctivas.
3. Pensamiento crítico
El pensamiento crítico te permite evaluar información con objetividad, identificar causas raíz y tomar decisiones basadas en evidencia. Esta habilidad es clave para analizar datos, interpretar resultados y emitir juicios imparciales sobre el cumplimiento de estándares y procesos.
Si eres un auditor con pensamiento crítico, no te limitas a observar las causas de un problema, sino que te esfuerzas por comprender el contexto completo y plantear soluciones realistas. También eres capaz de cuestionar lo establecido cada vez que sea necesario con el objetivo de mejorar continuamente la gestión de calidad.
4. Imparcialidad
La imparcialidad es uno de los principios que debe regir cada auditoría que hagas. Esta habilidad blanda ayuda a que evalúes los procesos con objetividad sin dejarse influenciar por relaciones personales, intereses propios o presiones. El mantener la neutralidad garantiza la credibilidad de tu informe final.
Como auditor imparcial generas confianza en la organización y contribuyes a que las decisiones se tomen en función de datos y hechos verificables. Además, esta postura ética te permite actuar con justicia hasta en las situaciones más sensibles y promover una cultura de transparencia.
5. Confidencialidad
Durante una auditoría, es necesario que accedas a información sensible sobre procesos, empleados, proveedores o resultados internos. Por eso, la confidencialidad es una competencia clave en tu perfil profesional. Con ella garantizas el manejo responsable de los datos y evitas divulgarlos sin autorización.
Cuando desarrollas y aplicas la confidencialidad, proteges los intereses de la empresa y fortaleces la integridad del proceso de auditoría. También contribuyes a generar un entorno de confianza, este facilita la cooperación entre auditor y áreas evaluadas. La confidencialidad es una habilidad ética con la que demuestras ser un auditor profesional y confiable.

¡Aprende a incluir tus habilidades de auditor en tu curriculum vitae!
El desarrollar las habilidades de las que te hemos hablado y otras que son claves para los auditores no es lo único que tienes que hacer. También debes ser capaz de aplicarlas y de destacarlas en tu currículum, esto último es lo que más contribuye a que tu perfil reciba un gran impulso y sobresalga en el proceso de reclutamiento.
Lo que tienes que hacer con la sección especificada antes es buscar la guía que se ajuste a tu profesión y a la vacante que solicites. Recuerda que al principio de este artículo te recomendamos las que mejor se ajustan a tu trabajo de auditor.