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En este artículo analizaremos con detalle nuestro top 14 de habilidades de científico investigador que favorecen tu éxito profesional en cualquiera que sea tu campo de especialización.
Puntos claves
- Un científico investigador debe reunir conocimientos técnicos y competencias interpersonales para realizar cualquier proyecto de investigación científica.
- Las matemáticas, el cálculo, la estadística y los conocimientos especializados son áreas claves que debe manejar un buen científico investigador para recolectar y procesar grandes datos.
- Las habilidades profesionales de un científico investigador le permiten emprender investigaciones científicas más confiables, auténticas y respetuosas.

1. Recolección y análisis de datos
El alma de un científico investigador es la información, así que debes ser capaz de recolectar información comprobable relevante para el objeto de estudio, que posteriormente tendrás que analizar para corroborar o negar las hipótesis.
Ten en cuenta que para llevar a cabo la recolección de la información tendrás que usar técnicas para esto, como observaciones, encuestas, entrevistas, monitoreos y otras. De modo que la técnica que elijas debe ser precisa y confiable, porque es la mejor forma de garantizar la validez de la información y, por ende, la viabilidad de la investigación.
Una vez que recojas la información necesaria tendrás que identificar patrones y tendencias que te permitan tomar decisiones argumentadas basadas en los objetivos de la investigación.
2. Capacidad matemática
Entender y poner en práctica métodos matemáticos y científicos es indispensable para resolver los problemas que se te pueden presentar en el desarrollo de la investigación.
He aquí por qué la capacidad matemática es otra de las habilidades de científico investigador fundamentales para favorecer tu éxito profesional y hacer estudios confiables.
Y es que la capacidad matemática te permite analizar información compleja, pensar y razonar de manera abstracta, aplicar las bases de la estadística y la probabilidad, encontrar analogías entre fenómenos estudiados y un largo etcétera de tareas del área científica.
Por lo tanto, tendrás que familiarizarte con disciplinas como cálculo y estadística, principalmente, así como otras relacionadas con las ciencias matemáticas.
3. Conocimientos y destrezas computacionales
En esta era caracterizada por grandes datos, que es precisamente tu campo de especialización como científico investigador, tendrás que ser capaz de gestionar e interpretar grandes conjuntos de datos.
Para ello, es vital que domines áreas como análisis estadístico, herramientas y softwares computacionales, lenguajes de programación (como Python, por ejemplo), etc.
Esto es vital para que puedas personalizar el análisis de los datos y, si corresponde, interactuar con modelos computacionales más complejos, para que puedas extraer información valiosa para tu estudio de los datos recolectados previamente y, de esta manera, sacar conclusiones argumentadas basadas en evidencia fidedigna.

4. Conocimientos especializados
Para lograr desarrollar una investigación creíble es indispensable que cuentes con conocimientos especializados en el área de estudio para poder contrastar los hallazgos con tu propia formación profesional y así enriquecer aún más tu investigación.
Por ejemplo, si vas a desarrollar una investigación científica en el sector sanitario, tu estudio será mucho más confiable si tienes alguna formación especializada en esta área.
No tiene que ser precisamente una licenciatura, puede ser también una especialización superior con un tiempo de estudio más corto. El punto es que cuentes con un respaldo profesional que te proporcione los conocimientos técnicos para desarrollar tal investigación.
5. Capacidad de observación
En tu rol de científico investigador tendrás que ser capaz de detectar detalles relevantes para tu investigación, bien sea en fenómenos, objetos o situaciones, para posteriormente registrar y analizar estos datos de forma objetiva, describiéndolos en función de los objetivos del estudio.
Cuando se trata de investigaciones, estos son los tipos de observación que debes dominar:
- Directa: interactúas con el fenómeno objeto de estudio en tiempo real.
- Indirecta: usas herramientas o registros previos, no hay evidencia en tiempo real.
- Sistémica: utilizas métodos y protocolos específicos para hacer la observación.
- Semisistémica: tienes información previa, pero los datos aún no están ordenados.
6. Escritura
Un buen científico investigador debe ser capaz de comunicar sus hallazgos de forma clara, sencilla y concisa, en un lenguaje que sea apropiado para quien leerá la investigación, que se adapte a su nivel de conocimientos, evitando una jerga demasiado técnica, si no corresponde.
Para escribir tu investigación de forma correcta tienes que:
- Conocer las normas de la lengua española.
- Tomar en cuenta las particularidades del lenguaje científico.
- Ser breve, claro y preciso, pero sin omitir información importante.
- Ser transparente explicando los métodos y procedimientos de investigación.
- Estar bien documentado al momento de redactar los hallazgos del estudio.
También para poder redactar y publicar artículos científicos tienes que contar con buenas habilidades de escritura para que el mensaje llegue de la forma correcta.
7. Capacidad de organización
Para realizar un estudio científico es indispensable realizar una investigación profunda que permita recolectar información confiable de fuentes certificadas en el área de estudio.
Es aquí donde la capacidad de organización te permite gestionar todas las actividades relacionadas con la investigación, como programar entrevistas, planificar y gestionar la recolección y el análisis de los datos, mantener registros claros, documentar los procesos, etc.
Esto te ayudará a mantenerte centrado en la investigación, además de aprovechar el tiempo de la mejor forma posible. Lo que, a su vez, te conduce a obtener resultados más coherentes y completos, garantizando la transparencia de la investigación.
8. Gestión de proyectos
Como científico investigador tendrás que ser competente en la gestión de proyectos para que puedas monitorear efectivamente el ciclo de vida de cada investigación.
Esto implica que puedas atender de forma eficiente tareas como planeación, elaboración de presupuestos, gestión del tiempo, control de recursos (incluyendo al personal), entre otras actividades que te permitan darle curso a tu proyecto de investigación cumpliendo los objetivos científicos.

9. Conciencia ética
Un buen investigador debe comprender y respetar las directrices éticas para proteger la privacidad, los derechos y el bienestar de los participantes en el estudio científico.
Es decir, deberás obtener el consentimiento informado, respetar la confidencialidad de la información y ser honesto con todo el proceso de la investigación.
Además, también tendrás que poder reconocer y resolver adecuadamente cualquier posible malentendido con los participantes, procurando sus derechos como parte de un estudio científico.
Todo esto favorece la integridad del estudio y la confianza de los participantes, dando como resultado una investigación confiable y respetuosa con todos los implicados.
10. Pensamiento crítico
Un buen científico de investigación debe usar el pensamiento crítico para la formulación de las hipótesis y, después, el razonamiento lógico a partir del previo análisis de la información.
De manera que tendrás que cuestionar creencias, analizar y evaluar información de distintas fuentes, desarrollar hipótesis, corroborar las fuentes (validar que sean fidedignas), identificar sesgos y más. Todo esto de forma objetiva, sin ningún condicionamiento propio.
El pensamiento crítico te ayudará a desarrollar estudios más auténticos y veraces.
11. Comunicación efectiva
Una de las habilidades de científico investigador clave para lograr un estudio confiable es la comunicación efectiva, a través de la cual podrás transmitir la información científica de forma clara y precisa para que todos los implicados en la investigación puedan entenderla.
Y es que todo lo relacionado con el mundo científico conlleva un lenguaje muy técnico, que será más o menos complejo dependiendo del objetivo de estudio.
Por eso, es tu tarea explicar toda la información con términos que se adecúen al nivel del conocimiento científico del público que tendrá acceso a la investigación.
12. Resolución de problemas
En un punto dado del camino de una investigación científica te vas a encontrar con problemas y obstáculos inherentes a este tipo de estudios, es completamente normal.
Por tanto, tendrás que afrontar las problemáticas con rapidez y precisión, identificando la raíz del problema, diseñando y ejecutando un plan y revisando los resultados.
Para esto, puedes poner en práctica las bases de los métodos científicos, que son procesos sistemáticos y ordenados de análisis y estudio.

13. Flexibilidad y adaptabilidad
Como científico investigador vas a enfrentarte a entornos dinámicos e impredecibles que pueden obligarte a ajustar tus planes de investigación según las circunstancias, como hallazgos imprevistos, disponibilidad de los participantes, condiciones cambiantes, etc.
De modo que tendrás que ser capaz de adaptar tus métodos y enfoques en función de estos desafíos, respetando los objetivos del estudio científico.
Así como también tendrás que mantener la mente abierta a nuevas ideas y perspectivas, mostrando una disposición sincera a modificar algunos puntos de investigación, si fuese necesario, como las preguntas para la recolección de datos de los participantes, por ejemplo.
Aunque parezca un aspecto negativo, enfrentarte a lo inesperado te permite aprovechar al máximo las posibles oportunidades que puedan surgir en el proceso de investigación.
14. Trabajo en equipo
Y, por supuesto, es imposible lograr un proyecto de investigación científica sin colaboración, sin trabajar en equipo con profesionales, colegas investigadores o comunidades de interés.
Así que tendrás que ser capaz de comunicarte de forma clara y sencilla, respetar los ideales de los demás, compartir una misión y visión, compartir y complementar conocimientos y experiencias, resolver conflictos, compartir éxitos… En fin, colaborar en equipo.
Otras habilidades de un científico investigador
Además de las habilidades descritas anteriormente, como buen científico investigador también tendrás que desarrollar las siguientes destrezas para mejorar tu trabajo:
- Creatividad e innovación.
- Atención al detalle.
- Resiliencia.
- Perseverancia.
- Liderazgo.
- Inteligencia emocional.
- Mentoría.
- Curiosidad intelectual.
¡Demuestra tus mejores habilidades en un buen CV!
Cuando se trata de tu curriculum vitae, no te guardes nada que pueda favorecer tu perfil profesional, como tus mejores habilidades duras y habilidades blandas para el puesto.
Por esto es que siempre es importante que leas y analices la oferta de trabajo, para que sepas cómo es el candidato perfecto que buscan los reclutadores. Así puedes enfocar tu CV en esta premisa, poniendo la información más relevante de tu perfil ante los ojos de los empleadores, para que rápidamente puedan valorar tu potencial para el empleo.

En conclusión…
Tu experiencia laboral es importante, tu formación académica profesional es importante, tus estudios complementarios son importantes; sin embargo, tus habilidades son ese resumen clave de tu trayectoria profesional que esperan conocer los reclutadores al leer tu CV.
Como investigador científico debes comenzar a mostrar tus habilidades en tu currículum, entregándoles a los reclutadores la información más valiosa que deben conocer sobre ti. Si lo haces correctamente, podrías estar a un paso de conseguir ese soñado puesto de trabajo.