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Para decirlo brevemente, un despido se considera procedente cuando un juez ha aprobado las causas que la empresa ha presentado para despedir a un trabajador. Obviamente, hay muchos aspectos más por conocer de este tipo de despido, desde qué lo puede causar hasta cómo se lleva a cabo.
En este artículo te hablaremos de este despido, al hacerlo, profundizaremos en la explicación. Esta se enfocará en todo lo que tienes que saber independientemente de si eres un empleado o un empresario que tenga que realizar un despido.
Definición del despido procedente
Un despido procedente es el que se aplica cuando se ha decidido unilateralmente (de parte del empleador) el terminar con la relación laboral. Cuando un empresario inicia un proceso de despido, quizás lo haga teniendo en mente que este sea procedente. Sin embargo, no se considera así hasta que un juez lo decida.
Por lo anterior, es de entender que, para hacer un despido de este tipo, es necesario recurrir a un proceso judicial. Generalmente, este es iniciado por el trabajador después de recibir la notificación de despido y considerar que, aunque es disciplinario, no es justo.
Este despido debe cumplir con ciertos requisitos legales, entre ellos está la presentación de la justificación de las razones para rescindir del contrato de trabajo. Además, con él, el empleado sigue teniendo el derecho de recibir la prestación por desempleo.
Causas de un despido de este tipo
En el Estatuto de los Trabajadores, específicamente en el artículo 54, se detallan las razones por las que un empresario puede decidir recurrir a este despido. Es válido que este se base en algún incumplimiento grave de parte del trabajador.
Los incumplimientos contractuales indicados en el Estatuto de los Trabajadores son los siguientes 👇
- Abuso de confianza.
- Acoso.
- Asistencia al trabajo en estado de embriaguez o toxicomanía.
- Desobediencia o indisciplina.
- Impuntualidad o falta repetida e injustificada al trabajo.
- Ofensas verbales o hasta físicas al empleador o a cualquiera que forme parte del personal de la empresa.
- Transgresión de buena fe contractual.
¿Cuáles son los efectos de un despido procedente?
Como es de esperar, los principales efectos de este tipo de despido aplican sobre el empleado. El principal es que se aplica la decisión extintiva del contrato laboral, así que la relación trabajador - empleador se da por terminada.
Además, como dijimos antes, los profesionales en los que aplique el despido por causas justificadas sigue teniendo la oportunidad de acceder a prestaciones por desempleo. Para que estos les resulte posible, la empresa le tiene que entregar un documento con el que demuestre su situación legal como desempleado.
En cuanto al empleador, el primer efecto de aplicar este despido y que sea aprobado por el juez es que demuestra que cumple con los procedimientos legales. Por último, protege la imagen de la compañía, pues quizás la conducta del trabajador la afectaría a largo plazo.
Proceso para llevar a cabo un despido procedente
Para que todo se lleve a cabo como lo establece la vía legal, es de vital importancia cumplir con una serie de pasos. El primero de ellos consiste en la identificación de la razón del despido, las que se pueden presentar se dividen en las siguientes dos categorías 👇
- Causas disciplinarias: en ellas están incluidas las faltas graves de parte del trabajador, como las especificadas anteriormente, entre ellas está el abuso de confianza y la inasistencia al trabajo.
- Causas objetivas: estas no están imputadas a la conducta del empleado. Más bien, las causas del despido objetivo están compuestas por motivos organizativos, económicos y de producción.
Una vez que se identifique un motivo justo para el despido, el empresario tiene que recopilar documentos o pruebas de esto. Según la causa específica del despido, entre la documentación puede estar el registro de asistencia, las evaluaciones de desempeño o las comunicaciones que se hayan hecho con advertencias previas.
Luego, viene el paso más importante del proceso y es la notificación al empleado a través de una carta de despido. En ella es una obligación indicar las causas del despido y, si es posible, se deben demostrar los hechos al especificar las fechas de las faltas por parte del trabajador.
Más sobre la carta de despido procedente
La carta de despido con la que se notifique al empleado sobre la decisión debe ser entregada con 15 días naturales de antelación. Esto significa que este es el tiempo que debe transcurrir entre el día que se entrega el documento hasta la fecha en la que está previsto que el trabajador salga de la empresa definitivamente.
En cuanto a la entrega de la carta de despido, es necesario que esta se realice de forma fehaciente. Esto significa que el empresario tiene que asegurarse de que el trabajador la reciba. Por experiencia, sabemos que la mejor manera de entregar esta carta de preaviso es en físico.
No olvides que, para que un despido sea calificado como "Procedente", tienes que estar preparado para demostrar que las causas son las apropiadas. Para esto, ten a mano las pruebas que hayas reunido y la documentación que sea necesaria.
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Diferencias entre el despido improcedente y el procedente
Para asegurarnos de que entiendas muy bien las diferencias entre ambos tipos de despido, tenemos que definir el despido improcedente. Este se trata del caso contrato al procedente, así que la improcedencia de un despido se presenta cuando se da la extinción del contrato laboral de parte del empleador, pero sin una causa justificada.
Un despido también es improcedente cuando la empresa incumple con alguno de los pasos del proceso, como entregar la carta de despido con el preaviso. También es la clasificación que recibe el despido cuando el empresario no es capaz de justificar las causas del mismo.
Ahora bien, las diferencias entre despido procedente y el improcedente se enfocan en las principales características de ambos. A continuación, las detallamos 👇
Indemnización
En el caso de la indemnización por despido procedente, cuando es válido que el empleado la reciba, es mayor que la que se da con el despido improcedente. Cuando se presenta este último, hay dos opciones de indemnizaciones.
La primera es cuando la fecha en la que inició el contrato laboral es anterior al 12 de febrero de 2012. Si tu contrato cumple con esto, la indemnización que corresponde es la de 45 días por cada año que hayas trabajado en la empresa. El número máximo de mensualidades es de 42.
Por otro lado, cuando el contrato de trabajo inició después del 12 de febrero del 2012, se pagan 33 días por año. En cuanto al número máximo de mensualidades permitidas, este es de 24.
Readmisión del empleado
Cuando la procedencia del despido es válida, es el empleador el que decide si seguir con la terminación del contrato o readmitir al profesional. En cambio, cuando hay improcedencia en el despido, es el trabajador el que toma la decisión.
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